jueves, 7 de abril de 2016

Imre Kertész / El tren



Imre Kertész
EL TREN
Traducción de Judith Xantus

En el tren, lo que más escaseaba era el agua. La comida parecía suficiente para varios días, pero no teníamos nada para beber, y eso era muy desagradable. Los otros viajeros nos decían que se trataba de la primera sed, que pasaría pronto, incluso, que la olvidaríamos. Hasta que volviera a aparecer. Es posible aguantar seis o siete días sin agua, afirmaban los expertos, teniendo en cuenta el tiempo caluroso, siempre que se esté sano, que no se sude mucho y que no se coma carne ni especias. Por el momento, así nos animaban, todavía nos quedaba tiempo: todo dependía de cuánto durase el viaje, añadían.

Imre Kertész
Sin destino
Acantilado, Quaderms Crema, 2001, p. 6




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